domingo, 30 de enero de 2011

«Los adultos deberían de leer cuentos, porque otorgan una gran libertad»


N. S. La zamorana Lucía Falagán acaba de publicar su primer libro de cuentos infantiles, basado en la figura de los duendes.


-¿Qué le hace empezar a escribir relatos para niños?


-Cuando mi hijo era pequeño le contaba historias antes de dormir. Estos relatos surgieron un poco como vehículo para darle mi opinión sobre ciertos aspectos de la vida. A través de estas tramas quise situarle en aspectos de la vida que tendría que afrontar. Cada historia la preparaba por la tarde mientras que me tomaba un té y cuando estaba casi terminado, se lo iba leyendo. Hace un tiempo lo retomé y me decidí a editarlos en 2005 como homenaje a mi hijo. En ese momento releí todo lo que había escrito y modifiqué algunas cosas. Disfruto mucho escribiendo los cuentos de duendes.


-¿Por qué ha elegido la figura de los duendes?


-Porque es una criatura que no ofende a nadie. Es mágica y posibilita jugar mucho con la imaginación. Además, a través de ellos plasmo un poco cómo me gustaría que fuera el mundo.


-El libro cuenta con unas ilustraciones. ¿Son suyas?


-No, corresponden a Sonia Alonso Andrés. A través de un familiar suyo supe que había hecho Bellas Artes, hablé con ella, le facilité el relato y en base a ello ha realizado las ilustraciones que aparecen en el libro y que son un complemento.


-Es un volumen de cuentos, pero , ¿qué lector lo puede leer?


-Lo pueden leer niños a partir de ocho años porque tiene un lenguaje muy asequible y muy básico. La letra es grande para que el menor lo pueda leer solo y no se agobie con muchas líneas por página. En el caso de los adultos, creo que su lectura puede suponer un remover conciencias porque a veces se plantea problemas entre el niño y los padres en el que el pequeño apuesta por la amistad y discrepa de la decisión de sus progenitores. Creo que en el libro plasmo la frescura con la que piensa un niño.


-Los cuentos parecen que están relegados al mundo infantil, ¿deberían leerse también ya de adultos?


-Desde luego. Siempre me han gustado mucho porque te otorgan una gran libertad para ser tu mismo, te recuerdan la inocencia que pierdes cuando dejas de ser niño.


-En estos momentos asistimos al auge de los cuentacuentos. ¿Qué le parece?


-Es un buen fenómeno. Yo únicamente he acudido a uno, pero comprobé que para los niños es muy cómodo y divertido. Creo que es algo que debería de desarrollarse más porque no es algo tan caro y creo que es una manera muy pedagógica de representar. Mi cuento podría ser escenificado y me encantaría.


Zamora


Estudió Filología Germánica e Hispánica en la Universidad de Salamanca y en la Autónoma de Madrid. Ha vivido y trabajado muchos años fuera de España, período en el que «he añorado mucho a mi querida Zamora», asegura. Su afición por la escritura proviene de contarle cuentos a su hermana pequeña. Le gusta mucho jugar al tenis, la natación, así como caminar y leer sobre filosofía.

Publicado en laopiniondezamora.es

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